Seychelles, Luna de Miel en tierra de bucaneros
- Por La Novia Caprichosa
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- 25 nov, 2021
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Lejos de lo que muchos creen, Seychelles es algo más que tumbarse en una hamaca y tomar el sol en la playa. Una auténtica caja de sorpresas que en su interior contiene, además de selvas, arenales, arrecifes de coral y aves endémicas, una historia de lo más interesante.

Durante varios siglos, las islas Seychelles han sido el escondite perfecto elegido por piratas tanto para esconder sus botines como hallar el mejor refugio. Estas islas estuvieron deshabitadas hasta finales del siglo XVIII, hasta que los habitantes franceses de Mauricio desembarcaron en territorio seycheliano para asentarse y se toparon con armas de fuego, tumbas de bucaneros y un sinfín de tesoros y joyas sumergidos en el mar.
De aquí surgió el carácter extrovertido de sus habitantes, gente hospitalaria y calurosa acostumbrada a invitar a los visitantes a sus casas, haciendo que la estancia en su país sea más inolvidable aún.

¿No queréis perderos nada? Pues la mejor opción es contactar con Planes con Duende, un equipo de artesanos de los viajes que crearán vuestra Luna de Miel a medida y siempre plasmando la esencia de cada lugar visitado en unas experiencias únicas. Toma papel y boli:

Cuenta con una carretera que rodea la isla y nos facilita el recorrido por Mahé porque os permitirá encontrar a vuestro paso playas escondidas que no se visitan normalmente, con formaciones de coral que rodean la playa y conforman un paraje único y en ocasiones podréis estar completamente solos en la playa.

También tendréis la oportunidad de toparos con La Plaine St. André, donde se encuentra la destilería de ron por excelencia de Seycheles, "Takamaka Rum Distillery". Desde finales del siglo XVIII, esta destilería se ha erigido como patrimonio icónico seycheliano, dando la opción a visitantes de conocer su museo, jardín medicinal, ruinas históricas y conocer a sus dos "gerentes" que dan nombre al negocio, las tortugas gigantes ‘Taka’ y ‘Maka’.

Planes con Duende nos recomiendan igualmente alquilar un coche y recoger la isla por carretera, tanto la que la rodea, como la que la atraviesa que os llevará al Vallée de Mai y donde disfrutaréis de todos los encantos naturales que ostenta esta isla.

Si visitáis la isla entre los meses de agosto y octubre podrás toparte con el conocido tiburón ballena, el pez más grande del mar. Aunque si preferís disfrutar desde la superficie, podéis embarcaros en un kayak de cristal para contemplar desde arriba el ecosistema marino de Seychelles.

En La Passe encontrarás los mejores sitios para comer unos buenos fish & chips, ideales para recuperar energías para el resto del día. En La Réunion todo gira en torno al parque Veuve, una pequeña reserva natural que supone el último refugio del pájaro ‘flycatcher’, una especie rara y endémica que llama la atención por su tono azul profundo. Mientras que en L’Union encontraras un sendero de ensueño, atractivo, en calma y rodeado de vegetación, por el que pasear en bicicleta; un recorrido entrañable que es amenizado por el discurrir del río La Mare Soupape.

Será difícil que te encuentres con un viaje tan sorprendente y con tanta diversidad, en el que recorrer carreteras y senderos con total calma mientras disfrutas de la belleza paisajística de Seychelles. Viajar por libre por Mahé, Praslin y La Digue es precisamente eso, no tener horarios, perder la noción del tiempo, y saber que en cada parada de espera algo completamente distinto a la anterior. Ya sea en coche, en bicicleta o a pie, las rutas de las Seychelles te atraparán y nunca dejarán de sorprenderte.

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